Era una jungla, una fiesta, zombieland, un planeta; era la falta de lógica, la lógica misma, el espanto, la vergüenza; era el miedo, lo desconocido, la enajenación de todo lo mío; era la locura más cuerda del mundo; era ridículo, espeluznante y gracioso; era la razón y la incoherencia; era el terror a la eternidad; era el deseo de salir de mi cabeza... Era el amor a mi realidad.
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