Cuando la cabeza me gana por goleada
y los pensamientos parásitos me atacan
Cuando mi nube de fantasías se agujerea
Cuando la felicidad me cierra la puerta
Cuando caigo en la cuenta de que vivo en un drama bizarro
Que los condimentos van perdiendo su sabor,
Que cada vez necesito más para sentir algo
Que todo lo vuelvo destructor
Que el exceso me resulta poco
Que solo puedo dormir en la cornisa
Que abuso de todo lo que toco
Que solo la inconsciencia puede devolverme la sonrisa
Ahí es cuando apareces,
prestándome tus brazos
y dándome el lugar que tanto necesito
para que mi mente descanse un rato
Ahí es cuando aparecés,
maquillando un poco la vida,
rellenando todas mis grietas,
dándole un color a cada día.